Cuánto más inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza. Por eso, las exhortaciones a la alegría suelen proponer la interrupción del pensamiento: "es mejor no pensar..."
Barra da Lagoa (Florianópolis, Brasil) - 12 Enero 2010
Foto: Alfons
Texto: Alejandro Dolina